sábado, 23 de octubre de 2010

VELOCIDAD LECTORA


Parece que hay una confusión entre lectura oral decodificadora y lectura silenciosa comprensiva. La lectura oral no ayuda a una lectura comprensiva. La lectura oral solo tiene sentido cuando queremos leer a otros. El objetivo de la lectura oral es leer a otros; su objetivo no es comprender un texto. De hecho, para tener una lectura comprensiva y fluida siempre omitimos palabras, sílabas, no nos fijamos en la entonación ni en el timbre, ritmo, volumen. La lectura veloz solo tendría sentido si ayuda a la comprensión lectora. Pero no la ayuda, la obstaculiza. Es necesaria una decodificación fluida silenciosa al momento de comprender un texto.

Además, algunos estudios han demostrado que una de las principales dificultades lectoras es la de que los malos lectores dedican todo su esfuerzo en decodificar oralmente, lo que induce al estudiante a reemplazar una lectura comprensiva con una lectura decodificadora que enfoca más su atención es cómo entonar, el volumen, las pausas.

Un niño que tiene una buena comprensión lectora probablemente tenga una lectura fluida o tenga una buena velocidad lectora. Sin embargo, eso no quiere decir que deba entrenarlo en velocidad lectora como prerrequisito para que tenga una buena lectura comprensiva. Son procesos simultáneos que se dan naturalmente cuando un niño o cualquier lector es expuesto a distintos tipos de textos. De hecho, debe haber una correlación positiva entre velocidad lectora y lectura comprensiva, pero eso no implica necesariamente una relación de causalidad. 









LA COMPRENSIÓN LECTORA




Leer es comprender, siempre que se lee se hace para entender sino carecería de sentido. Un lector comprende un texto cuando puede encontrarle significado, cuando puede ponerlo en relación con lo que ya sabe y con lo que le interesa.
La comprensión se vincula estrechamente con la visión que cada uno tiene del mundo y de sí mismo, por lo tanto, ante un mismo texto, no podemos pretender una interpretación única y objetiva.


La apreciación final de un texto varía de acuerdo a las motivaciones diversas de cada lector

Recordemos las palabras de Isabel Solé en Estrategias de lectura:

“Leer es un proceso de interacción entre el lector y el texto, proceso mediante el cual el primero intenta satisfacer los objetivos que guían su lectura... el significado del texto se construye por parte del lector. Esto no quiere decir que el texto en sí no tenga sentido o significado... Lo que intento explicar es que el significado que un escrito tiene para el lector no es una traducción o réplica del significado que el autor quiso imprimirle, sino una construcción que implica al texto, a los conocimientos previos del lector que lo aborda y a los objetivos con que se enfrenta a aquél”.

El lector otorgará significado a una lectura coordinando informaciones que provienen de distintas fuentes: el texto, su contexto y los conocimientos que él posee.


¿Cuál será nuestra función como docentes para acompañar a los estudiantes a transitar este proceso?

Enseñarles estrategias de comprensión, dotándolos de los recursos necesarios para aprender a aprender.
Las habilidades que adquirirán tenderán al desarrollo de operaciones como el reconocimiento y jerarquización de ideas, la elaboración de resúmenes, el análisis de la información del texto y la relación y sus conocimientos previos, la relación texto e imagen. Todas estas habilidades estarán ligadas con los niveles de comprensión lectora.


¿Cómo enseñar a leer comprensivamente en la escuela?


El primer paso para que un estudiante inicie el aprendizaje de la lectura es la motivación. Debemos crear en el aula situaciones de lectura en las cuales los niños lean con un propósito específico. Generalmente se imponen textos que carecen de sentido y los niños no participan en la selección de los mismos.

Algunas sugerencias encaminadas a suscitar la motivación por la lectura son: crear un contexto apropiado, leer en voz alta, seleccionar adecuadamente los textos y que los estudiantes participen en esa selección, transmitir actitudes y expectativas positivas y animar a los alumnos para que lean.
El docente del nivel inicial realiza actividades de animación a la lectura logrando acercar al niño al libro de una forma creativa, lúdica y placentera. En los primeros niveles educativos leer en voz alta a los niños debería ser una actividad diaria.

Ayudaremos a nuestros estudiantes a desarrollar su comprensión lectora:

  • Marcando la lectura de los textos en proyectos que le den sentido.
  •  Garantizando que en el aula se disponga de la mayor cantidad y variedad de textos.
  •  Permitiendo que los estudiantes seleccionen los textos de acuerdo a sus necesidades.
  •  Favoreciendo que los estudiantes activen y desarrollen sus conocimientos previos.
  •  Permitiendo que el estudiante busque por sí solo la información, jerarquice ideas y se oriente dentro de un texto.
  •  Activando sus conocimientos previos tanto acerca del contenido cuanto de la forma del texto.
  •  Relacionando la información del texto con sus propias vivencias, con sus conocimientos, con otros textos, etc.
  •  Favoreciendo situaciones de escritura donde vuelquen sus opiniones sobre lo leído, ya que la escritura favorece y enriquece mucho la lectura.